Ir al contenido principal

Actualización en Segundo Plano: Suelta lo que te Limita

 



En los celulares hay una función que hace que algunas aplicaciones se actualicen en segundo plano. O sea que, básicamente, están trabajando en tu teléfono sin que tú lo notes. Generalmente buscan actualizaciones, y eso, por bueno que pueda ser, se gasta la batería del celular. Esto obviamente nos da material para filosofar y entender lo que pasa con nosotros y los asuntos que nos preocupan, porque muchas veces ni siquiera somos conscientes de todo lo que tenemos corriendo en segundo plano...de pronto nos quedamos sin energía porque hay cosas que están consumiendo nuestros recursos y nosotros nos sentimos como si hubiéramos caminado mucho, de subida, y en contra de la corriente.

Hay una idea que leí en un libro para niños y me encantó, dice que para poder hacer una escultura con forma de elefante, hay que agarrar una piedra y un cincel y quitarle todo lo que no parezca elefante. ¿Te imaginas que pudiéramos hacer lo mismo con nosotros? Simplemente quitarnos lo que no queremos ser. De hecho, hay un principio en la Biblia que se parece un poco a lo del elefante y podría ayudarnos con eso…dice que nos quitemos o literalmente nos despojemos de todo lo que nos pesa para poder correr la carrera que tenemos por delante (Hb12:1).

Despojar quiere decir: separar o poner lejos. ¿Qué? lo que nos estorba o limita para caminar libremente. Dicen por ahí que hasta el objeto más ligero se vuelve pesadísimo si lo cargamos el suficiente tiempo (cargar nos desalinea y al rato nos duele todo).

A ti, ¿qué te pesa? Hagamos un ejercicio rápido: ¿Qué es lo primero que viene a tu mente cuando piensas en algo que te pesa? Sin juzgar, sin analizar, sólo escribe lo que sientes que te está limitando en este momento. Localizar y nombrar nuestras cargas es el primer paso para liberarnos de ellas.

Pablo dice que corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Nuestra vida es esa carrera, no podemos apresurar nada, pero debemos suponer que nos toca correr una carrera larga y justo como cuando vamos a hacer un viaje largo, la regla es no llevarnos nada que no necesitemos.

¿Qué estás cargando de más? ¿Prejuicios? No los necesitas. ¿Resentimientos por heridas de ayer? Tampoco. ¿Las emociones de alguien más? Menos.

Haz otro ejercicio conmigo: Toma una fotografía tuya y pégale una etiqueta con cada cosa que te preocupa y sobre la que no tienes ningún control. Esto nos va a ayudar a:

  1. Nombrar y reconocer aquellas cosas que tenemos actualizándose en segundo plano.
  2. Ver de manera gráfica cómo las preocupaciones nos cubren.

Jesús dice que tiene una salida cuando nosotros estamos cansados, dijo: Tu alma descansa cuando caminas conmigo porque mi tarea es fácil y mi carga es ligera (Mt 11:28-30). ¿Viste cómo él dice que es fácil? No pone sobre nosotros expectativas imposibles de alcanzar, ni nos da cargas que sean muy pesadas. No sé por qué a veces comparamos el seguir a Jesús con una serie de restricciones que nos ponen más peso en lugar de darnos descanso. Seguirlo significa confiar en que él sabe cómo y puede hacerse cargo de todo eso que nos preocupa y no controlamos.

¿Te parece si nos despegamos las etiquetas y soltamos todo lo que nos pesa hoy? Mañana ya veremos.

Abrazos,

Val Morales


Te dejo un video para complementar



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las flores van a salir

  ¿Has notado que cuando estiras mucho una liga y la sueltas se tarda en regresar a su forma? Pasa lo mismo cuando atravesamos un proceso difícil, ¡nos sentimos como ligas muy estiradas! Es como si lucháramos para regresar a aguas más tranquilas después de una tormenta...pero resulta ser que estamos cansados.  Al empezar en una temporada complicada tenemos la energía para luchar, empujar y sostener y, de pronto, cuando termina estamos desgastados; lo más curioso es que a veces no nos damos ni cuenta, pensamos que todo lo que necesitábamos era que la tormenta terminara y cuando al fin lo hace nos deja todo mojado. Hay un tiempo después de las batallas en el que tenemos que consolidar lo que ganamos, lo que aprendimos y las herramientas que obtuvimos. Esta segunda etapa en el camino se gana con paciencia y soltando lo que nos detiene como querer que las cosas sigan igual y la realidad es que cambiaron, pero nuestro valor, a pesar de lo que podamos sentir, aumentó. No podemos seg...

Un jardín en lugar del caos

   Es muy interesante ver cómo una historia que se escribió hace literalmente miles de años puede darnos tanta luz hoy. Como en el caso del jardín que Dios hizo cuando todo estaba hecho un verdadero caos (Gn1) . Es que la vida muchas veces se encuentra en ese estado, llena de cambios y decisiones difíciles, porque vivimos en un proceso constante, al que le podemos agregar una cultura que va a mil por hora y que tratamos de entender mientras nos enfocamos en respirar al mismo tiempo para no perder la cordura. La Biblia se refiere al caos como un lugar desordenado y vacío, podría ser por ejemplo ese espacio que creemos que no podemos conquistar, en el que no avanzamos y nos sentimos estancados como dando vueltas sobre nuestro eje y en donde se encuentran nuestros temores casi haciendo una fiesta, o podría ser algo que se destruyó como una relación o un trabajo y perdió su valor dejando una gran dosis de caos. En medio del caos Dios le ordena a la luz ser, que se manifieste y se ...

Libre acceso para lo bueno, zona restringida para lo malo

  De alguna extraña manera hoy estaba pensando en las donas que ponen detrás de las vitrinas ¿ya sabes cuales? esas que siempre se ven mejor de lo que son, se me antojan muchísimo y no las puedo comer, (¿sentiste mi amargura?) entonces pensaba que nunca he visto a un brócoli de la misma manera, igual y en la semana intento ir a pararme enfrente de un puesto de frutas y verduras para ver si me provocan la misma sensación. El asunto es que eso despertó al pequeño filósofo que vive en mí y pensaba en cómo nosotros escondemos lo que es bueno o bello y nos enfocamos en lo malo. Es que lo malo llena todo como de una bruma y de pronto no nos deja ver o pensar en otra cosa; de hecho, de ahí viene la palabra abrumar o agobiar, que quiere decir literalmente que algo nos pesa. Al contrario, cuando una persona se enfoca persistentemente en lo bueno, decimos que es un soñador, que vive en Narnia y está fuera de la realidad, como que de alguna manera decidimos que la vida real está llena de cosa...