Hoy quiero que reflexionemos juntos sobre un elemento del fruto del espíritu que tiene un poder increíble: la benignidad. Este es el componente del amor que nos enseña a amar con intención, mientras contrarresta y diluye el mal, digno de explorarse ¿verdad? Para poder entenderla más fácil dividámosla en 3 partes: 1. La benignidad se enfoca en nuestras intenciones , eso está muy rudo... lo sé, porque no siempre quisiéramos reconocer con qué intención hacemos algo, o simplemente no hemos puesto mucha atención y entonces actuamos y después nos cuestionamos por qué dijimos o hicimos algo. La benignidad nos puede ayudar con eso, porque cuando escogemos que nuestras intenciones sean benignas funciona como una balanza en la que las examinamos y pesamos. La Biblia pone un énfasis especial en las intenciones y de hecho las considera más importantes que a las acciones en sí mismas (o sea que no hay forma de fingir). Como dice Proverbios 21: 2 “Todos los caminos del hombre son buenos en su...