Ir al contenido principal

La Fe Ilumina Perspectivas que la Razón limita





Estamos hechos para vivir y percibir al mundo en cuatro dimensiones, lo alto, lo ancho, lo profundo y el tiempo. Tenemos además en nosotros una dimensión espiritual que nos da un propósito más allá de lo material y la capacidad de conectarnos con Dios por medio de la fe, que nos permite ver lo que no podemos a simple vista.

Hay una luz que se usa en el teatro y se dirige para iluminar al actor en el que se supone que nos enfoquemos, esta luz capta nuestra atención mientras en otros lugares del escenario están pasando otras cosas, por ejemplo podrían estar moviendo  la escenografía, sin que nos demos cuenta. Es un punto focal escogido intencionalmente para ubicarnos en la historia.

¿Te imaginas que pudiéramos tener una lámpara así?  que nos iluminara el camino y no dejara que nos distrajéramos con mil cosas cuando se trata de nuestros objetivos.  Te prometo que yo la usaría mucho, porque me distraigo con todo, enserio, todo me interesa 😂 y ya sabes que el que mucho abarca…

Hablando de lámparas… La fe ve las cosas que no son como si fuesen (Rom 4:17), o sea que ilumina lo que aún no ha sido hecho y lo hace posible cuando nos deja verlo con otra luz, con la luz de lo que creemos 💎.

La Biblia dice que Dios quiere que experimentemos su amor en la dimensión en la que vivimos, en el mundo material 🏡(Ef 3:16-19).  Pero para poder comprobarlo necesitamos acceder por medio de la fe a la dimensión espiritual y cambiar el foco, o sea pensar diferente (Rom 12:2), sin las limitaciones o paradigmas que tenemos en la mente.

La fe en la Biblia se define como creer y confiar en que lo que Dios dice es verdad. La palabra que traducimos como fe (del griego) es la misma palabra con la que se habla de la fidelidad de Dios ¿qué cosa no? 😮porque precisamente por la certeza que nos da su lealtad, verdad y amor es que nuestra fe está puesta en Él y es esa confianza la que nos anima a soltar nuestros moldes y tratar de ver desde un ángulo diferente.

Cuando confiamos en Dios nuestro ángulo de visión se extiende y podemos ver lo que no se ve a simple vista, sí,  la fe nos agrega valor y perspectiva. Porque si fijamos la mirada en nosotros, lo que sentimos que podemos lograr va a depender de la fuerza que tengamos en ese momento ¿estás de acuerdo? a veces estamos cansados, no dormimos bien  o tenemos gripa y todo se ve mucho más grande y complicado que cuando tenemos la energía al tope y sentimos que podemos comernos al mundo.

La fe nos estabiliza porque no depende de nuestra energía, por eso cuando vemos desde ese ángulo no importa que tan débiles nos sentimos ya que dejamos de confiar en nosotros y le ponemos el reflector a Dios que tiene recursos ilimitados y entonces comprendemos por qué dice que su poder se hace mucho más visible cuando somos débiles (2Co 12:9).     

Yo sé que hay cosas que nos preocupan y que parecen muy difíciles o de hecho son mental o físicamente imposibles para nosotros. Recuerda que siempre hay una invitación abierta y el acceso  por medio de la fe para ver desde más alto y encontrar dirección y caminos bien iluminados (Sal 32:8).

Para conseguir nuestras metas hay que dejar de poner el foco en los problemas, porque eso nos mete de lleno en lo que no hay (escasez) y consigue limitarnos y desanimarnos; mejor enfoquemos en quien crea cosas nuevas en donde parece que no hay nada o peor, en donde hay caos (Gn 1:3) ¿Te late?

Abrazos

Val Morales


Espero que te guste el video







Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las flores van a salir

  ¿Has notado que cuando estiras mucho una liga y la sueltas se tarda en regresar a su forma? Pasa lo mismo cuando atravesamos un proceso difícil, ¡nos sentimos como ligas muy estiradas! Es como si lucháramos para regresar a aguas más tranquilas después de una tormenta...pero resulta ser que estamos cansados.  Al empezar en una temporada complicada tenemos la energía para luchar, empujar y sostener y, de pronto, cuando termina estamos desgastados; lo más curioso es que a veces no nos damos ni cuenta, pensamos que todo lo que necesitábamos era que la tormenta terminara y cuando al fin lo hace nos deja todo mojado. Hay un tiempo después de las batallas en el que tenemos que consolidar lo que ganamos, lo que aprendimos y las herramientas que obtuvimos. Esta segunda etapa en el camino se gana con paciencia y soltando lo que nos detiene como querer que las cosas sigan igual y la realidad es que cambiaron, pero nuestro valor, a pesar de lo que podamos sentir, aumentó. No podemos seg...

Un jardín en lugar del caos

   Es muy interesante ver cómo una historia que se escribió hace literalmente miles de años puede darnos tanta luz hoy. Como en el caso del jardín que Dios hizo cuando todo estaba hecho un verdadero caos (Gn1) . Es que la vida muchas veces se encuentra en ese estado, llena de cambios y decisiones difíciles, porque vivimos en un proceso constante, al que le podemos agregar una cultura que va a mil por hora y que tratamos de entender mientras nos enfocamos en respirar al mismo tiempo para no perder la cordura. La Biblia se refiere al caos como un lugar desordenado y vacío, podría ser por ejemplo ese espacio que creemos que no podemos conquistar, en el que no avanzamos y nos sentimos estancados como dando vueltas sobre nuestro eje y en donde se encuentran nuestros temores casi haciendo una fiesta, o podría ser algo que se destruyó como una relación o un trabajo y perdió su valor dejando una gran dosis de caos. En medio del caos Dios le ordena a la luz ser, que se manifieste y se ...

Libre acceso para lo bueno, zona restringida para lo malo

  De alguna extraña manera hoy estaba pensando en las donas que ponen detrás de las vitrinas ¿ya sabes cuales? esas que siempre se ven mejor de lo que son, se me antojan muchísimo y no las puedo comer, (¿sentiste mi amargura?) entonces pensaba que nunca he visto a un brócoli de la misma manera, igual y en la semana intento ir a pararme enfrente de un puesto de frutas y verduras para ver si me provocan la misma sensación. El asunto es que eso despertó al pequeño filósofo que vive en mí y pensaba en cómo nosotros escondemos lo que es bueno o bello y nos enfocamos en lo malo. Es que lo malo llena todo como de una bruma y de pronto no nos deja ver o pensar en otra cosa; de hecho, de ahí viene la palabra abrumar o agobiar, que quiere decir literalmente que algo nos pesa. Al contrario, cuando una persona se enfoca persistentemente en lo bueno, decimos que es un soñador, que vive en Narnia y está fuera de la realidad, como que de alguna manera decidimos que la vida real está llena de cosa...