Pasamos tan rápido algunos momentos, que no nos damos cuenta de lo que estamos viviendo hasta que ya pasaron, ¿a poco no? Y aunque cuando recordamos volvemos a vivir muchas veces, valdría la pena parar un poquito más en cada comida, en cada paseo, al trabajar o abrazar a alguien y poder agradecer por el sentido que nos da ese momento. Ser agradecido es una práctica que va mucho más allá de decir gracias; es absorber lo bueno que tenemos enfrente. Créeme, debemos dejar de perdernos eso. Se han hecho estudios de los beneficios que causa ser agradecido en la salud física y emocional, y han encontrado que, entre otras muchas cosas, mejora la calidad del sueño, reduce el estrés, ayuda a mantener saludable el corazón y suma en las relaciones sociales. La Biblia relaciona el ser agradecido con una serie de interacciones espirituales que son muy buenas; por eso, dar gracias es una de las herramientas más efectivas con las que contamos. En el Antiguo Testamento, dar gracias quiere decir ex...